Norte de Chile: Un gran basurero textil.

Norte chile

El norte de Chile es conocido por sus tradiciones, por sus danzas y por sus peculiares paisajes.
Al ser una zona que limita con otros países, es por excelencia el lugar por donde ingresan las importaciones. Sin embargo, esto ha dejado una huella imborrable en el desierto de Atacama: kilómetros de basura textil que hoy se transforman en una problemática ambiental sin precedentes.


En la región de Tarapacá se encuentra el desierto más árido del mundo. Su extensión incluye a las regiones de Antofagasta, Coquimbo y Arica, abarcando una parte importante de nuestro país. Ahí, en medio de la pampa del Tamarugal, se encuentra una diversidad de vida y especies que conviven junto a las poblaciones humanas aledañas. Además, no solo la población se encuentra en la urbe, sino también que existen pueblos al interior del desierto, con poblaciones más pequeñas e incluso pueblos originarios.


Especificamente, en la zona que limita con Perú, se encuentra la llamada «Zona Franca» de Iquique, donde desembarcan las industrias de miles de lugares del mundo que ofrecen miles de objetos importados para enviar a las regiones. Este lugar es conocido como «Zofri» y alberga más de 700 tiendas. Es conocido por ser una puerta de entrada y sustento de la región, además de la minería.


Sin embargo, la lógica de sobreconsumo que se ha fomentado con el modelo económico en Chile, ha instalado a la Zofri como el ápice de una economía sustentada en las relaciones de importación con otros países. Estas relaciones comerciales, nos han dejado consecuencias graves en el medio ambiente que poco a poco se evidencian con más fuerza. Una de ellas, es la enorme cantidad de desechos hay en torno a la industria de la moda textil.


Actualmente, Chile es el mayor importador de ropa de segunda mano o low cost en Latinoamérica. Al año, se estima que se producen cerca de 60.000 toneladas de basura en ropa textil: ¿Dónde queda gran parte de esta basura? Pues, el Desierto de Atacama. Allí se destina gran parte de su extensión a ser un vertedero mundial de ropa de segunda mano.


Hace ya algunos años que se ha ido gestando un vertedero clandestino de ropa en el desierto.
Con ropa de procedencia, principalmente, desde Estados Unidos, Asia y Europa, siendo el lugar más árido del mundo, el «último eslabón» de selección, luego de pasar por todos los otros continentes.


¿De dónde viene tanta producción? La gran mayoría es vestimenta de tiendas de retail que estrenan hasta 50 temporadas de ropa al año, produciendo una alta cantidad de basura que no da abasto para ser desechada. Al no lograr venderlas durante un período y no tener propuestas de reciclaje, sino solo de producción, estas toneladas terminan siendo montañas de basura en los últimos países donde llegan. En este caso, el desierto más árido y contaminado del mundo.


Un problema mundial


En 2019 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó que la producción de ropa de manera global se incrementó durante los años 2000 y 2014 de manera exponencial, incluso explosiva. Esto los llevó a ser poco a poco, responsables de cerca de un 10% de los gases de efecto invernadero.


¿Pero dónde se encuentra la contaminación del proceso? Pues, desde la misma organización, comentan que la producción de ropa, según material, necesita grandes cantidades y litros de agua. Por ejemplo, un solo par de jeans, utiliza 7.500 litros para ser fabricado. Entonces, se utilizan recursos no renovables para producir millones de prendas que después terminan en la basura.


La moda rápida tras este incremento cuenta con la fama de ser una industria con altas tasas de explotación, maltrato infantil y precarización de sus empleados, quienes, en paises como Asia, ya han denunciado a reconocidas marcas como H&M, Forever21 y Zara ante las deplorables condiciones de producción en las empresas.


Este aumento de la «moda rápida» se viene posicionando con fuerza desde los años 2000, contra todo pronóstico. Algunos apuntaban a que la ropa de segunda mano iba a lograr ser una via, como una «alternativa más ecológica». Sin embargo, esto no es del todo cierto ya que existe una sobreproducción que debe ser frenada y que no basta con solo reutilizar la ropa de pais en pais.